Dos años, ocho meses y veintiocho noches

Salman Rushdie es un escritor que hay que leer por muchos motivos, el primero y principal es por que no se puede consentir la censura ni la tortura que supone la condena a muerte que pende sobre su cabeza desde 1989 por haber escrito un libro. Solo por ese motivo «Los versos satánicos» debería ser de obligada lectura para todo el mundo. Además de por eso, se debe leer por que es un estupendo escritor.

El primer libro que leí de Rushdie fue «Los versos satánicos», en cuanto se publicó en español, entre todas las editoriales y sin mencionar al traductor para evitar atentados como los ocurridos en otros países. Un libro muy ocurrente y divertido, aunque a veces algo espeso pero me gustó bastante. Después he leído algunos más como «El último suspiro del moro» o «La encantadora de Florencia», tiene un estilo de cuentacuentos muy atractivo y sus historias son mágicas en más de un sentido, es un gran narrador.

Tras el atentado que sufrió el verano pasado a manos de un imbécil fanático que ni había nacido cuando se publicó el libro, decidí que me apetecía volver a leer algo suyo, «Dos años, ocho meses y veintiocho noches» tenía buenas críticas así que me decidí a probarlo.

El libro no defrauda, magia, mitología, historia y un gran sentido del humor mezclado con fina ironía, es una mezcla genial. En la Córdoba califal, el filósofo Ibn Rushd, que será conocido como Averroes, es expulsado de la corte del Califa por sus ideas racionalistas, durante su exilio conoce a una joven que se enamora perdidamente de su brillante intelecto y con la que acaba formando una familia. Se ve que el hombre era demasiado racional para ver algo sobrenatural en el hecho de que su mujer tuviera partos de hasta diecinueve hijos, el caso es que parió una tribu, «La duniazada» ya que ella no era otra que Dunia, la princesa del reino de los Yin, los genios de las botellas.

Cientos de años después, en nuestra época, la duniazada tiene miles de descendientes por todo el mundo, todos ellos reconocibles por carecer de lóbulos en las orejas. En el mundo de los Yin, el Peristan, se fragua una guerra entre los yin oscuros que pretenden someter el mundo de los mortales, están un poco cabreados por lo de las botellas y consiguen abrir un portal, entrar en nuestro mundo y empezar a hacer trastadas. Comienza la «Era de la Extrañeza». Por todo el mundo, la gente empieza a despegarse del suelo, aparecen monstruos en el mar y fenómenos de todo tipo, la economía se va al traste y la gente está indefensa ante los enfadados Yin. Dunia decide acudir a rescatar a sus descendientes y se libra una guerra entre seres mágicos en el mundo de los hombres. El libro está contado miles de años después de esa guerra, en un futuro lejano fruto del mundo que quedó tras ella.

Dos años, ocho meses y veintiocho noches son mil y una noches, es como un cuento oriental moderno, donde se mezcla la magia y la mitología de una parte del mundo que tiene su propia historia y manera de contar las cosas, es divertido y a la vez refleja muy bien cómo son los hombres, da igual su origen. Como los yins oscuros definen muy bien, a los hombres se les domina en base a dos factores, el miedo y la codicia; también con el amor pero esa es la parte que tiene que defender Dunia.

Rushdie es un gran escritor que consigue que te sumerjas en las historia y que hace que leer sea todo un placer, juega muy bien con los tiempos y los lugares y sus descripciones son muy ricas y te llevan al sitio donde él quiere que estés en cada momento. Nunca le darán un premio Nobel, no creo que se atrevan, pero eso no quita que sea uno de los más grandes y necesarios escritores que tenemos.

Próximo libro «Trilogía de los tres cuerpos» (Cixin Liu)

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