Crónicas Marcianas

He estado varios meses sin publicar nada, pero no por falta de lecturas. A veces la vida se vuelve un poco más convulsa y mi cabeza prefiere la tranquilidad y la relajación que le da lo ya conocido, las historias que siempre me han acompañado y que me permiten volar a través de sus páginas sin casi esfuerzo. Poco a poco todo se ha ido calmando y he vuelto a retomar la lectura normal.

Crónicas Marcianas es uno de esos clásicos de ciencia-ficción que todo el mundo conoce aunque sea de oídas. Tenía ganas de leerlo y no me ha defraudado en absoluto.

Ray Bradbury, como siempre, consigue transmitir una gran sensación de melancolía, algo totalmente inesperado en un libro de conquista espacial. Pero Crónicas Marcianas no va de grandes batallas, en realidad ni siquiera va de marcianos ni, si me apuro, de Marte aunque todas las historias transcurran allí.

Es un libro extraño, no es una historia al uso. Cada capítulo es un relato breve distinto y el libro es como una recopilación de relatos que tienen en común la colonización del planeta Marte por parte de la Tierra. Pero en realidad las historias tejen «una historia» que se puede seguir cronológicamente aunque los protagonistas vayan cambiando.

Todo comienza con la llegada de los primeros hombres a Marte, por supuesto americanos. A pesar de que el primer relato está situado en 1999, el libro fue escrito en 1950 así que los personajes son los típicos estadounidenses de la Guerra Fría, arrogantes, machistas, egoístas y para los que el mundo se divide entre ellos y los malos. En aquella época me da la impresión que se tenía poca idea de cómo era Marte ya que las montañas son azules, hay agua y sobre todo una atmósfera respirable, de forma que los relatos son más bien una conquista del Oeste moderna.

Con todo ese trasfondo, más que un libro de Ciencia-Ficción es un libro de fantasía que refleja y critica muy bien una sociedad muy concreta. Los marcianos nativos desaparecen pronto en la historia y quedan solo unos cuantos en lugares inaccesibles, los colonos que llegan a Marte son los protagonistas indiscutibles y le sirven al autor para hablar contra la censura, el racismo o la arrogancia de unos sobre otros.

Realmente es un libro muy recomendable que no se queda anticuado por que, a pesar de que la poca tecnología que aparece es bastante rudimentaria, los hombres siempre serán hombres independientemente de dónde los plantemos.

Próximo libro «Jane Eyre» (Charlotte Brontë)

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