Está siendo un verano muy caluroso y este libro ha sido un soplo de aire fresco, simpático, divertido y muy fácil de leer.

La pandemia de Covid-19 trajo consigo además de los millones de muertos la extinción de muchos puestos de trabajo y la obligada adaptación de otros, en esa tesitura un joven ejecutivo se ve obligado a trabajar de repartidor de comida a domicilio. Ese es el punto de partida del libro. Jamie Gray habría aceptado cualquier otro trabajo pero el que se le puso por delante superó todas sus expectativas: Un Parque Jurásico en una Tierra paralela donde la especie dominante es la de los Kaiju, Godzillas para los occidentales.

Preservar, cuidar y proteger monstruos gigantescos ¿qué podía salir mal? Evidentemente muchas cosas, el libro como dije antes es muy simpático, los diálogos hacen gala de una fina ironía y sentido del humor sin dejar de conseguir su dosis de emoción para animarte a seguir leyendo a ver por dónde sale todo.

Los kaiju en realidad son muy pachones, son mucho más peligrosos sus parásitos y todo lo que les rodea y, como no podía ser de otra forma, los humanos y su ambición desmesurada. Es muy fácil conectar con el protagonista que es un tipo muy normal, consigues convencerte de que en su lugar tú harías lo mismo y hasta gastarías las mismas bromas.

Como dije un libro muy fácil de leer en cualquier sitio para sacarte un sonrisa y descubrir dónde están los verdaderos monstruos.

Próximo libro «Crónicas marcianas» (Ray Bradbury)