Jane Eyre

Se han dado dos circunstancias apropiadas para leer Jane Eyre. La primera es que tenía ganas de leerla hace tiempo, aunque conocía la historia por el cine, los clásicos de la literatura siempre me llaman la atención. La segunda es que me encontré con una edición de 1967 , con las páginas amarillentas y me encantan los libros que huelen a viejo. Como si realmente necesitara una excusa para leer lo que me apetece y partiendo de esas condiciones me dispuse a leer Jane Eyre, la historia de amor entre una institutriz y su señor.

Lo primero que ha llamado la atención ha sido la traducción, supongo que en los años sesenta era corriente traducir los nombres ingleses al español así que salvo la protagonista me he encontrado con Eduardo, Ricardo, Sofía y Gracia entre otros, no lo perdonaría en una traducción actual pero me ha parecido un detalle simpático, mucho menos que el laísmo que a veces se le escapa al traductor y que me ha resultado bastante molesto.

Por lo demás el libro es una delicia, Jane Eyre es fuerte, independiente y no está dispuesta a someterse a los dictados de su género o su clase. Edward (Eduardo) es un tipo atormentado por un pasado horrible que no le impide ver el verdadero valor de la chica que tiene en su casa trabajando. Los protagonistas sufren, se equivocan, se separan, sufren aún más y termina con el triunfo del amor. Y todo muy bien hilvanado en la época victoriana con sus clases sociales y sus extremismos moralistas.

La historia está contada en primera persona desde unos años después que terminara, con muchos guiños al lector para ayudarlo a sentir como Jane el desprecio, el amor o los recelos que a ella misma atormentan. Los paisajes, la lluvia y la campiña inglesa imbuyen la historia de melancolía y a la vez le dan un tono muy pausado a la historia, como si nos la contaran delante de una chimenea en invierno. En definitiva el ansia de libertad y la frescura de Jane Eyre pervivirán para siempre como una de las mejores novelas de la Inglaterra del siglo XIX.

Próximo libro «La Regenta» (Leopoldo Alas, Clarín)

2 comentarios

  1. ¡Hola! Casualmente leí la novela este mes, pero con una traducción más moderna. No entiendo porque antes tenían que traducir los nombres y no solo pasaba con los libros, las series y películas sufrían el mismo destino. Además en algunos momentos tenía sentido, como traducir Edward por Eduardo por ejemplo pero otros parece que los pusieron solo porque estaban aburrido. ¿Quien es Gracia? XD ¡Saludos!

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