La primera impresión que me llevé al empezar este libro fue muy grata. Charles Dickens me era más conocido por las películas basadas en su obra, que por los libros en sí; por retratar la Inglaterra de la Revolución Industrial con sus huérfanos y sus penurias. Este libro es un reflejo también de esa época, pero cargado de ironía, de metáforas y de descripciones geniales que te hacen comprender por qué Dickens es uno de los grandes de la literatura.
La clase alta inglesa, los nuevos ricos que han hecho fortuna gracias a las grandes fábricas donde los obreros se dejan la vida y la salud, y la gente vulgar del pueblo, todas las clases sociales de finales del siglo XIX se ven retratadas y se entremezclan en la historia. La ciudad imaginaria de Coketwon, dominada por las «casas de hadas» y los «elefantes gigantes» o mejor dicho, por las grandes fábricas donde las máquinas de vapor configuran el paisaje y la vida de las gentes, es el escenario donde entre bocanadas de humo transcurren los hechos.
Aunque al principio puede parecer que no se mete mucho a juzgar las distintas clases sociales y, en ocasiones, la lucha obrera es tratada desde un punto de vista bastante burgués, como algo propio de gente desagradecida y manipulable ya que los ricos son gente de bien y los pobres deberían estar agradecidos a sus patronos por darles la oportunidad de trabajar hasta la extenuación para contribuir a la riqueza del país y de sus señores; con muy fina ironía deja entrever que no todo es blanco o negro, los matices aparecen cuando la rígida educación que los ricos dan a sus hijos no da los resultados deseados, cuando los nuevos ricos no han conseguido triunfar solo a base de su esfuerzo o cuando los pobres son los más honrados y sufren en sus carnes la falta de escrúpulos que tienen los que se suponen que son la clase superior.
Las descripciones del ambiente gris de la ciudad, de las distintas casas y escenarios donde cada clase social se mueve, de las diferencias y las similitudes entre todos los tipos de personas te sumergen en la historia de una forma magistral.
Un libro muy recomendable para disfrutar de la lectura y para entender que, en definitiva, todos somos iguales.
Próximo libro «El estigma de Caín» (José Ruiz Mata)
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