La novena entrega de la saga Forastera. Como ya hacía tiempo que había leído el último libro de esta saga, «Escrito con la sangre de mi corazón» decidí leérmela desde el principio para empalmar la historia desde donde se quedó. Pero esta vez con todos los libros y relatos que ha ido añadiendo la autora por orden cronológico. En total entre los ocho libros de la saga, los relatos recogidos en la antología «Siete piedras para resistir o caer» y los libros de Lord John han sido veintiuna lecturas previas al libro, varias de las cuales tenían más de mil páginas. Seis meses sumergida en el universo de Forastera y siguiendo la vida de su protagonistas durante unos cuarenta años.
En teoría solo queda un libro de la saga principal aunque supongo que irá enriqueciendo la historia con descendientes y agregados como viene haciendo desde hace décadas. Si alguien tiene interés en consultar el orden cronológico de todos los libros lo puede hacer aquí.
La historia como mucha gente ya sabe gracias a la serie de televisión, empieza cuando Claire Randall atraviesa unas piedras en Escocia en 1945 y aparece en 1734 justo antes del último alzamiento jacobita. Atrapada en el pasado se ve envuelta en una serie de situaciones que la llevan a ser acusada de brujería, casi violada, golpeada y maltratada por una sociedad que le es extraña y hostil y teniendo como único amparo a un joven llamado Jamie que acaba siendo el gran amor de su vida.
El primer libro está centrado en la historia de ellos dos aunque refleja muy bien la sociedad y el ambiente del siglo XVIII pero a medida que Diana Gabaldon va ganando en soltura y madurez los libros son cada vez más ricos en detalles, las tramas mucho más elaboradas y los momentos de tensión son cada vez más emocionantes.
Este último libro me ha parecido el mejor hasta ahora. Jaime y Claire ya no son jóvenes, son una pareja madura con hijos y nietos, con achaques y que solo quieren vivir tranquilos. Viven en las montañas de Carolina del Norte, tienen tierras, familia y saben perfectamente lo que va a pasar en los próximos años en las colonias americanas de Inglaterra. Esta vez han elegido el bando ganador y solo esperan que la guerra les dé de lado y los deje vivir.
Pero como aprenden muy bien, los libros de historia solo cuentan los hechos finales, las batallas importantes y las fechas relevantes. Lo que pasa por la cabeza de las personas que viven en esos momentos en los lugares que aparecen en los libros nadie lo sabe, las envidias, el rencor, el enfrentamiento entre vecinos que apoyan a bandos contrarios, todo eso no aparece en los grandes tratados y las guerras no empiezan un día y acaban otro, duran años incluso siglos de sentimientos enterrados.
De una forma magistral el libro te lleva a situaciones horribles, a batallas donde puedes sentir el barro, el miedo y el silbido de las balas sin saber ni que te importe quién va ganando porque el olor de la sangre y del miedo te sobrecoge; ha habido momentos en que he tenido que soltar el libro y respirar porque realmente me había quedado sin aire, sin poder sobreponerme al horror de determinadas situaciones, al miedo y a la impotencia ante determinados personajes, para solo unos capítulos más adelante verme obligada a sonreír ante cualquier trastada de los niños o algún comentario sarcástico de Jaime por algo que hacía Claire.
Un libro que he disfrutado desde la primera hasta la última página (el final es de infarto) y del que, después de tantos meses sumergida en la historia, me va a costar desengancharme.

Próximo libro «La gran serpiente» (Pierre Lemaitre»)