Cuarto libro de los «Episodios de una guerra interminable» de Almudena Grandes. Llevaba algún tiempo con esta novela aparcada porque no me sentía con fuerzas para adentrarme en ella ya que la anterior entrega de estos Episodios, «Las tres bodas de Manolita» me había dejado destrozada, no he llorado tanto con un libro en toda mi vida.
En estos libros se narran historias intercaladas con hechos reales, Almudena Grandes nos adentra como sólo ella sabe hacerlo en las vidas de personas que lucharon, que murieron o que sobrevivieron y tuvieron que vivir la posguerra. Y nos hace sufrir, temblar de miedo o sobrecogernos ante la desesperanza.
Un médico republicano en el Madrid sitiado que intenta salvar todas las vidas que puede mientras las bombas alemanas no dejan de caer un día sí y otro también, se ve envuelto en una comprometida relación con una vecina falangista a la que protege mientras la guerra parece favorecer al bando republicano y es abandonado por ella cuando las tornas se giran. Mientras, le da tiempo de salvar la vida de un soldado que en realidad es un agente del gobierno de la república y que se convertirá en su mejor amigo.
Años después, cuando han acabado tanto la guerra española como la II Guerra Mundial, este amigo vuelve con un nombre falso a pedirle ayuda para infiltrarse en una red internacional que da apoyo, refugio y protección a nazis y simpatizantes y que tiene su sede en España, con el beneplácito y el amparo del gobierno de Franco.
Es una historia triste, frustrante, los dos amigos creen ingenuamente que cuando se descubra todo el entramado que tiene la red en España y cómo ponen a salvo en Argentina a importantes nazis buscados por sus crímenes, la ONU, EEUU, la Comunidad Internacional, alguien, hará caer el régimen franquista y apoyará las legítimas aspiraciones de la República Española y para ello están dispuestos a sacrificar sus nombres, su moral y sus vidas.
Como todo el mundo sabe, el fascismo en España murió de éxito y en la cama después de cuarenta años de represión. La alternativa a Franco en España era demasiado roja para el tablero donde se movían las piezas de la Guerra Fría y Estados Unidos prefería tener a un tipo con voz de pito y más orgullo que cuerpo dispuesto a besar por donde ellos pisaban a cambio de reconocimiento que un gobierno de rojos a medio camino entre Rusia y Cuba. Y los españoles nos quedamos solos, el fascismo triunfó en Europa sin que nadie hiciera nada por impedirlo y en vista del éxito obtenido siguió expandiéndose por sudamérica.
Almudena Grandes, como siempre, consigue meterte en los personajes, ponerte en su piel, sentir lo que ellos sienten y por eso el libro es desesperante, descorazonador y muy triste. Aunque sus personajes aprenden a salir a flote en la frustración y consiguen salir adelante y vivir sus vidas, te deja un regusto amargo del que no te puedes librar ni siquiera al acabar de leer. Es un thriller trepidante, el ritmo a veces es frenético, la historia avanza o retrocede continuamente y te envuelve por completo. Un libro que hay que leer.
Próximo libro «Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie» (Juan Eslava Galán)