«Ciclonopedia (Complicidad con materiales anónimos)». Un título muy apropiado y que refleja muy bien de qué va este libro, una serie de palabras que por separado tienen o parecen tener un sentido y que juntas no se sabe qué quieren decir.
El libro empieza como una novela un tanto extraña, una mujer con serios problemas de adición y tendencias suicidas conoce a un tipo en un foro cuyo nombre no se puede pronunciar ni leer, es un símbolo parecido a una serpiente. El hombre-serpiente la invita a Estambul y ella sin pensarlo se mete drogas y alcohol para tumbar a un elefante y se monta en un avión destino Estambul para encontrarse o mejor no encontrarse a nadie esperándola. En el hotel que le había reservado el serpiente tampoco encuentra nadie pero hay una caja con una serie de objetos y unos manuscritos de un tal Dr. Hamid Parsani, un arqueólogo iraní desaparecido en extrañas circunstacias. Después de unos días de vagar y beber por la ciudad sin encontrarse a nadie se vuelve a EEUU con el manuscrito y decide publicarlo.
El párrafo anterior resume las primeras cuarenta y tantas páginas del libro y lo único que se puede considerar narración. A partir de aquí aparecen las notas del tal Dr. Parsani, de un militar americano también desaparecido y de estudiosos de la obra de Parsani.
Si alguien busca en internet Ciclonopedia encontrará expresiones como «novela de culto», «filosofía-ficción», «tratado de demonología»… yo no sé cómo definir lo que he leído. A veces en las pistas de baile a altas horas de la madrugada te encuentras a un tipo totalmente borracho que baila solo en la pista al ritmo de una música desconocida que solo parece oír él, el hombre seguramente está convencido de estar bailando una coreografía digna del ballet ruso pero desde fuera los observadores solo ven a un borracho tambaleándose y luchando contra la gravedad. Esa misma sensación es la que he tenido leyendo este libro, o Reza Negarestani (el autor) estaba como una cuba mientras lo escribía o yo no soy capaz de entender lo que le pasa por la cabeza. Paco Miñarro, que fue quien me recomendó el libro me dijo que tenía la impresión de que Negarestani es un cachondo que se ríe de todos sus lectores y que el tipo seguramente estaba «descojonándose» mientras lo escribía, no lo descarto, porque alguna explicación tiene que tener todo esto.
Al Dr. Parsani se le pierde la pista mientras investigaba el descubrimiento de una espada con una forma peculiar, a partir de ahí y de su libro «Desfigurando la antigua Persia» se desarrollan sus teorías que incluyen la Paleopetrología, la Poromecánica, la Arqueología Bacteriana o las máquinas de guerra. Según Parsani la Tierra es porosa, está llena de agujeros por los que discurre el petróleo que es el narrador de todas las historias, el eje que une todo lo que ocurre en la Tierra y cuya misión es desertificar todo el planeta con la ayuda del polvo y las máquinas de guerra, seres vivientes que se alimentan de la guerra, sobre todo la urbana y que apoyan a la Tierra en su conspiración telúrica contra la hegemonía solar.
Para explicar todas estas teorías, Parsani se apoya en mitos, tradiciones, numerología, etimología de las palabras, series de televisión, películas y en H. P. Lovecraft y su cosmogonía de demonios y seres extraterrestres que viven ocultos en las profundidades de la Tierra.
Relacionar la pronunciación de la letra «B» con el verdadero rostro de Jesús, el movimiento de las colas de las ratas con la descomposición del suelo, o el monoteísmo con la paranoia de vivir, de eso va el libro. Eso sí, todo explicado con diagramas, representaciones y gráficos para hacerlo todo mucho más ininteligible.
A pesar de la locura que supone, me parece una genialidad desarrollar todo esto durante cuatrocientas páginas, no sé si como dice Miñarro es una gran broma o qué pretende el autor pero desde luego no es fácil estructurar todo este galimatías en un todo que tiene su hilo conductor y que no se contradice en ningún momento.
Una mención y reconocimiento aparte merece el traductor Hugo Castignani, me parece un esfuerzo y un trabajo descomunal traducir y hacer leíble en español un texto tan complejo y con tantos juegos de palabras, me quito el sombrero.
En definitiva un libro único que no creo que vuelva a leer completo aunque puede que recurra a él para alguna locura concreta que ahora mismo no soy capaz de imaginar.

Próximo libro «De la ceniza volverás» (Ray Bradbury)