Los desposeídos

Hablar de Ursula K. Le Guin es usar palabras mayores dentro de la ciencia ficción. Sus libros son referentes del género y cada uno guarda una gran historia. «Los desposeídos» es una de esas novelas que siempre se nombra al hablar de su obra ya que es una de las más conocidas y sociológicamente hablando de las más interesantes.

El Ekumen, esa federación de mundos humanos que se encuentra desperdigada por la galaxia y que forma el hilo conductor de la ciencia ficción de Le Guin, se encuentra con dos mundos gemelos y aislados que tienen una particular forma de gobierno. Por un lado está Urras, un mundo agradable y con recursos naturales, con una sociedad capitalista donde la clase dirigente es rica y vive bien a costa de la clase trabajadora que vive más explotada y con menos derechos; y Anarres, un mundo hostil, apenas habitable, con un clima extremo y pocos recursos. Unos 150 años antes de la historia del libro, un grupo de habitantes de Urras, hartos de sus condiciones, se revela y decide autoexiliarse a Anarres. Crean una sociedad anarquista, sin estado, sin propiedad privada, con plena igualdad y con todos trabajando para subsistir poniendo el bien común por encima del individual.

En un mundo tan complicado para la subsistencia como Anarres la única forma de salir adelante es trabajando en común, asegurándose que nadie se queda atrás. La sociedad de Anarres se asegura que todo el mundo pueda comer aunque haya restricciones, que todos reciban una educación de acuerdo a sus capacidades y de que todo el mundo trabaje por la comunidad. Han pasado más de cien años desde su creación y aunque parece que todo está establecido y funciona, de hecho se empiezan a ver algunos fallos en la sociedad perfecta que parecía Anarres. Las artes o las ciencias que no son esenciales para el conjunto no se consideran importantes, las personas aunque son educadas como completamente libres para elegir, de hecho ven coartada esa libertad por la opinión de los demás y la costumbre de anteponer lo colectivo a lo individual.

Shevek es un físico teórico de Anarres. Durante sus estudios desarrolla la teoría de la Simultaneidad que de hecho permitiría el viaje interestelar de forma casi instantánea lo que facilitaría la interacción con el resto de mundos y beneficiaría a la humanidad. En Anarres sus estudios no se ven útiles, se ve ninguneado por la envidia físicos más antiguos y consolidados y se ve obligado a trabajar por la colectividad una y otra vez apartándolo de ejercer la física. Desesperado por dar a conocer su teoría decide viajar a Urras y exponer su trabajo allí. La historia se desarrolla en dos tiempos, una parte en Urras donde Shevek descubre las miserias del capitalismo y la otra parte en Anarres con la historia de cómo llega a la conclusión de que debe salir de allí.

El libro es un ensayo sociológico de dos sociedades extremas, Anarres tiene sus defectos pero es indudable que es la única manera de subsistir en un mundo tan complicado y no es mejor la sociedad Urrasti que mira para otro lado mientras gran parte de los suyos sufren. Ningún extremo es bueno pero siempre será mejor el que tenga en cuenta a la mayor parte de la gente. Al final el trabajo del lector no es solo disfrutar de un rato de lectura, si eliges leer a Ursula K. Le Guin te toca también reflexionar y pensar un poco y solo por eso merece mucho la pena.

Próximo libro «Visión Ciega» (Peter Watts)

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